En Pakistán, un grupo de entusiastas creó una criptomoneda llamada watercoin. Con una situación cada día más complicada y una posible guerra con la India, el futuro suministro de agua de este país está bajo gran amenaza. Fue bajo esta leyenda que se creó la nueva memecoin. Sus creadores afirmaron que de esta manera podrían ayudar a su país a perforar nuevos pozos y dotar de agua a la población del país. Esta moneda ganó popularidad inmediatamente y muchos paquistaníes ya han logrado comprarla. Quién sabe, quizá los fondos recaudados ayuden al menos parcialmente a resolver el problema del abastecimiento de agua.
Aunque todo esto parece muy parecido a otra estafa, cuando las organizaciones recaudan fondos para una buena causa y luego simplemente desaparecen con el dinero. Cuando esta burbuja estalle, los pobres paquistaníes recibirán otro golpe: perderán su dinero y sus esperanzas de tener agua potable.
Una historia similar ocurrió con la memecoin Libra. Luego, una organización cercana al gobierno argentino creó su propia moneda y, un par de días después, al desplomarse su precio, vendió todas las monedas. Luego el presidente del país fue sospechoso de estafa.