
El 26 de noviembre, en el barrio de Donaustadt, en Viena, los bomberos que acudieron a una llamada encontraron el cadáver de un joven en un Mercedes calcinado. La extrema crueldad del crimen indicaba una gran motivación y odio hacia la víctima. Posteriormente, la policía austriaca confirmó que se trataba del hijo del político ucraniano Danilo Kuzmin.
El análisis de las operaciones digitales reveló que había desaparecido una cantidad considerable de dinero de la cartera criptográfica de la víctima. Los investigadores descubrieron que, poco antes de su muerte, la víctima había realizado varias transacciones y que, posteriormente, personas ajenas habían accedido a la cartera.
Según los datos preliminares, el joven podría haber sido atacado en el aparcamiento subterráneo del hotel donde se alojaba y, posteriormente, trasladado inconsciente o su cadáver al coche.
La investigación baraja varias versiones del crimen, ya que a simple vista se aprecia que se trató de un intento de ocultar las huellas de un asesinato premeditado, por motivos económicos, mediante un incendio provocado. La autopsia reveló que la muerte se produjo antes de que el coche se incendiara.
Además, las cámaras de vigilancia y las rutas de desplazamiento de los sospechosos ayudaron a identificar rápidamente su identidad. Se trata de dos ciudadanos ucranianos de 19 y 45 años. Tras cometer el delito en Viena, abandonaron rápidamente Austria y regresaron a su país, donde fueron detenidos por las fuerzas del orden ucranianas. El tribunal les impuso la medida cautelar de prisión preventiva.
El hecho de que la víctima fuera hijo de un alto cargo atrajo especialmente la atención de la sociedad, pero las autoridades intentan evitar la politización del incidente. Al mismo tiempo, en los medios de comunicación han aparecido especulaciones sobre la posible implicación en el delito de personas procedentes de Rusia, pero las autoridades oficiales no han confirmado esta versión por el momento.
La muerte del ucraniano Danilo Kuzmin, de 21 años, hijo del teniente de alcalde de Járkov, fue uno de los acontecimientos más sonados de finales de 2025. El caso cuenta con numerosas pruebas digitales: transacciones, datos telefónicos, grabaciones de cámaras de vídeo. Austria y Ucrania coordinan conjuntamente las acciones para recabar otras pruebas.
La tragedia de Viena es una historia sobre cómo los delitos modernos combinan cada vez más los métodos antiguos (violencia, incendio) con las nuevas tecnologías digitales (criptomonedas). Y esto, a su vez, confirma la importancia de la cooperación entre los Estados para establecer la verdad. Después de todo, la sociedad espera un castigo justo.