El robo del siglo tuvo lugar en Seúl. La prensa local salió con estos titulares. Resulta que el director financiero de una de las empresas cayó en la trampa de hábiles estafadores y transfirió más de 50 millones de dólares en criptomonedas a su dirección.
Todo comenzó cuando los estafadores convocaron a una videoconferencia urgente, haciéndose pasar por el director ejecutivo de la empresa. A esta conferencia se agregó un video falso del propio CEO, en el que pidió urgentemente transferir fondos a la dirección de criptografía indicada. La edición del vídeo fue realizada de manera muy profesional y la víctima nunca dudó ni un segundo de la autenticidad de la conversación.
Sólo unas horas más tarde, tras una llamada del verdadero director general exigiendo una explicación de dónde y por órdenes de quién se enviaron estos fondos, se reveló toda la verdad. El pobre director financiero quedó tan conmocionado que necesitó atención médica.
Ahora está bajo sospecha y la policía local se está ocupando del caso. La policía no ha revelado por el momento el nombre de la empresa ni del director.