Un ucraniano sufrió estafas en la aplicación Telegram. Los hackers crearon una cuenta en la que anunciaron un nuevo token, que mostró un crecimiento constante durante toda la campaña publicitaria. El deseo de dinero fácil impulsó al hombre a realizar su primera inversión de 1.000 dólares en esta moneda. Al día siguiente, el precio del token subió aún más. El hombre estaba encantado e invirtió otros $500. Al tercer día, el precio del token siguió creciendo y el ucraniano invirtió otros $500 en este nuevo token. Sólo al cuarto día, calculando su beneficio potencial, el desafortunado inversor decidió retirar sus fondos invertidos. Pero nada le funcionó. Al final resultó que esta blockchain fraudulenta permitía el depósito de fondos, pero sin posibilidad de retiro. En total, el hombre perdió 2.000 dólares.
Todavía no se sabe cuántos inversores desafortunados han caído en esta trampa. Puede haber cientos de ellos, quizá incluso miles. Sin embargo, invertir en criptomonedas fuera del intercambio oficial permitido en su país es un negocio muy riesgoso. Lo más probable es que pierda toda su inversión.
Internet, en diversos foros, está lleno de información de inversores afectados. Y comprar tokens en sitios dudosos está lejos de ser la única forma de robarte tu dinero. Debes recordar esto y no confiar en las nuevas monedas que acaban de aparecer. Sólo cuando estas monedas aparezcan en una bolsa certificada, podrás prestarles atención.