En Ucrania, un consultor de criptomonedas es sospechoso de robar 90 mil dólares estadounidenses.
Una pareja de ancianos se acercó a él y le pidió ayuda para comprar criptomonedas. El hombre respondió felizmente para ayudar a comprar 1 bitcoin. Registró una billetera fría y transfirió 1 btc allí. El consultor proporcionó a los clientes todas las contraseñas necesarias para ingresar a la billetera criptográfica, incluidas 12 palabras secretas. En este punto el trato se completó.
Después de 2 meses, los ancianos decidieron revisar sus criptoactivos. Bitcoin se volvió más caro y fue posible venderlo de forma rentable. Pero, para su sorpresa, la billetera de criptomonedas estaba vacía. Nadie más tuvo acceso a la billetera. La pareja concluyó que habían sido robados por su propio consultor.
Los jubilados llamaron a la policía, donde contaron toda la historia. El consultor ya ha sido detenido y está siendo interrogado. Afirma que no se llevó nada y que lo más probable es que la cartera de los pensionistas estuviera comprometida por virus que probablemente estén presentes en su ordenador.
Sea como fuere, es bastante difícil demostrar su culpabilidad, y ahora sólo la policía cibernética puede hacerlo.