En la orilla se encontró un mensaje del pasado que en un día se revalorizó en 2667 ETH y se convirtió en un mensaje para el futuro. Esto conmocionó las redes sociales.
En la costa del océano se encontró un extraño hallazgo: una botella de vidrio que la ola había arrastrado hasta la orilla y que contenía una hoja de papel cuidadosamente doblada. La noticia de la botella de vidrio oscuro que contenía una nota en su interior y que fue encontrada en la orilla del mar rápidamente conmocionó a todas las redes sociales. El papel que llevaba la botella, que había viajado durante muchos años a la deriva por el océano, no era una simple nota.
Hablaba de dos personas enamoradas, de su felicidad y de su lugar bajo el sol, en el gran planeta Tierra. Los autores del mensaje parecían querer dejar algo importante: un mensaje para las generaciones futuras o un llamamiento a replantearse las condiciones de la vida efímera en la que vivimos. Este momento fue el comienzo de una historia insólita que despertó la imaginación de los habitantes locales y los viajeros y, al mismo tiempo, dio lugar a numerosas conjeturas.
Así pues, esta historia comenzó hace 13 años, a orillas del océano Atlántico. En septiembre de 2012, una joven pareja de Canadá organizó una cita romántica en la isla de Bell, en Terranova. La isla Bell forma parte de la provincia de Terranova y Labrador y, en realidad, no es una isla muy grande, aunque sí es la mayor de las islas del golfo.
Anita y Brad escribieron una pequeña nota, la metieron en una botella de vino y la lanzaron al océano Atlántico. En la nota, que estaba escondida en una botella de vidrio oscuro, tapada con un corcho y lanzada al océano, describían cómo se habían conocido.
«Viaje a la isla Bell, de un día de duración. Esta noche hemos disfrutado de esta botella de vino y de nuestra compañía en la costa de esta maravillosa isla». Además, en el texto se pedía a quien encontrara la botella que se pusiera en contacto con la pareja a través del número de teléfono indicado en la nota.
Trece años después, en julio de 2025, otra joven pareja encontró esta botella con la nota en la bahía de Scraggan (condado de Kerry). La botella de vidrio oscuro estaba medio sumergida entre algas, arena y conchas en la línea de marea.
Cuando Kate y John Gay limpiaron el hallazgo de algas y arena, decidieron descorcharla y ver qué había dentro. Tras manipular un poco el corcho, encontraron un papel en su interior. Después de leer la nota, decidieron averiguar si Anita y Brad seguían juntos. Gracias a las publicaciones en Instagram y Facebook, lograron localizar a los autores de este mensaje tan romántico. Resultó que Anita y Brad se casaron en 2016.
Para continuar con el tranquilo transcurso del tiempo de los milagros y no interrumpir el hilo del destino, Kate y John Gay decidieron unirse a este evento, que ya comenzaba a convertirse en una tradición. Kate escribió un pequeño texto en una página de su cuaderno. John quería meter en la botella una cartera criptográfica física, pero luego cambió de opinión. Por el estrecho cuello de la botella era imposible introducir el dispositivo cold wallet con el código QR. Por lo tanto, se limitó a poner en la botella una copia impresa con el código QR y las instrucciones que había escrito a mano. En la nota explicativa, indicó que en la cuenta indicada se guardaban 2,667 ETH, lo que equivale a 10 000 dólares estadounidenses o 9996,9 USDT, al tipo de cambio actual.
Después de que Kate y John añadieran sus notas a las de sus predecesores desde 2012, taparon bien la botella y la lanzaron con cuidado al agua. Porque, algún día, en un futuro lejano, alguna pareja afortunada encontrará este mensaje.
Más tarde, los debates sobre el aspecto ético de este mensaje comenzaron a adquirir carácter público: ¿tiene derecho una persona cualquiera que encuentre este pequeño tesoro a gastarlo? ¿Añadirá algo suyo, lo tapará y lo lanzará al océano? Pero lo que se sabe con certeza es que esta coincidencia de leyes y casualidades forma parte de un mensaje más amplio. De esta manera tan extraña se produjo el choque entre dos épocas: el romanticismo de la era analógica y el código de la era digital.