Kiev es una ciudad donde la noche esconde crímenes y la verdad se esconde tras máscaras sonrientes de amabilidad. Una ciudad que por la noche se muestra en todo su esplendor y diversidad: salones clandestinos, burdeles de lujo, comisarías de policía y patios oscuros y antiguos... Todo respira una vida llena de riesgos y grandes cantidades de dinero.
Mark Kovalsky, periodista de la conocida revista de Kiev «Pravda Zhizni», solía evaluar la eficacia de su trabajo en cifras y las inversiones en dos categorías: tasa de interés y crecimiento de la cartera.
En su corazón, creía en el poder de la palabra y buscaba los límites de la verdad entre los hechos no distorsionados y la ilusión de los argumentos. En la vida, denunciaba la corrupción en los círculos políticos y sociales, y compaginaba el trabajo de editor de las secciones «Noticias sobre criptomonedas y proyectos de inversión» y «Crónicas criminales». Además, una vez al año, daba conferencias a los estudiantes sobre este tema y sobre la inversión moderna como estrategia de estabilidad.
Cuando comenzó una serie de extraños asesinatos en la ciudad, relacionados con rituales sexuales de personas influyentes, Mark se vio envuelto en una investigación con una declaración falsa de bitcoins. Y solo más tarde se dio cuenta de que la declaración de 7711 BTC era solo la punta del iceberg...
Todo comenzó después de que en las crónicas policiales secretas de Kiev comenzara a aparecer regularmente información sobre una serie de asesinatos similares. Mujeres de diferentes clases sociales, con diferentes ocupaciones y lugares de residencia, mueren en circunstancias similares, y la policía solo finge investigar estos casos.
Contra su voluntad, el periodista se ve envuelto en esta investigación y descubre por sus propias fuentes que la historia de la desaparición de mujeres menores de 45 años está relacionada con la historia del ocultamiento de activos BTC. Y toda esta historia, financiera, política y perversa, amenaza no solo su carrera...
Tirando de los hilos, dentro de la investigación, Mark comienza a buscar información y a indagar en los alrededores de la ciudad: en burdeles, salones, hoteles. En todos los lugares donde pueda haber pistas de la verdad. Sus observaciones y conversaciones con personas completamente diferentes lo llevan a descubrimientos inesperados. Y tras ellos, una red de conexiones y corrupción en la que están involucrados la policía, representantes de la élite política y la Iglesia.
Investigando los hechos y hablando con los testigos, llega a la conclusión de que detrás de estos asesinatos no solo hay un maníaco. Cada uno de los testigos oculta algo. Cuanto más se adentra Kowalski en el tema, más difícil le resulta distinguir la verdad de la mentira y las falsedades. Solo ahora empieza a darse cuenta del profundo abismo de la degradación social.
Tras una serie de reportajes publicados, algunos culpables lograron escapar del castigo y algunas víctimas quedaron en el olvido. Mark llegó a la conclusión de que la verdad es algo peligroso y que la justicia no siempre es posible.